Ayyyyy que hoy no os voy a poder acompañar en la visita a Sirmione.....
.....se ha puesto a llover justo cuando hemos llegado y me da a mi que les voy a decir a mis "papis" que vayan ellos a visitar este precioso pueblo que yo me quedo esperándoles en un lugar más calentito y sobretodo muy sequito....
¡ hasta ahora !
Pues sí, nos vamos sin Rumba a ver uno de los más emblemáticos y populares pueblos del Garda.
Y es que Sirmione se encuentra en la punta de una estrecha península que se adentra en el lago, por eso es tan especial.
Uno de sus grandes atractivos es el castillo que véis al fondo, el castillo Rocca Scaligera, que fue construido en 1250 por la familia gobernante de Verona, los Scaligeri, y está rodeado por las aguas del Garda.
El núcleo central de Sirmione apenas está unido a la península por dos puentes.
Sirmione es famoso también por sus aguas ricas en azufre y tiene dos termas: las de Catullo y las de Virgilio.
Y si queréis un baño tranquilo recomendamos andar hasta el final de la península por el lateral del castillo.
Cuanto más lejos lleguéis, más relajado será al chapuzón.
Pero, por supuesto, sí que estuvimos con nuestros amigos los cisnes del lago.
Nos apartamos de la zona de baño y seguimos paseando y descubriendo los jardines, eran una maravilla.
Pues ahora ya conocéis un poco más esta zona de Italia, que aunque no es tan conocida como las cercanas Milán y Venecia, resulta muy atractiva para escaparse, perderse y volver con las pilas cargadas.
Y, sobretodo, comer riquísimos helados.
Y ya estamos de nuevo con Rumba, la friolera de la familia y la más anti-agua del mundo mundial.
Que no la moje ni una gotita de agua o le da un telele !!!
“Quizá estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren”
Muriel Barbery. “La Elegancia del Erizo”
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