Y seguimos bordeando el Lago de Garda, hoy estamos en Lazise, otra maravilla de las que vale muy mucho la pena visitar.
Y es que de los pueblecitos del Garda que vamos encontrando, no sabríamos con cuál quedarnos.
Cada uno es más especial y único que el anterior.
Este nos cautivó.
Llegamos después de una tormenta de verano y una vez ha pasado el temporal, realizamos un precioso paseo por toda la ciudad y alrededores.
Estamos en el centro de la ciudad, en la plaza principal y detrás nuestro está la Iglesia de
St. Nicolo, un edificio románico, sencillo y austero.
St. Nicolo, un edificio románico, sencillo y austero.
Otra vista de la Iglesia desde otro ángulo.
Después de ver el centro, vamos a bordear el lago y llegaremos a la zona de las playas, de campings y de espectaculares caminos para dar largos paseos.
Cada una de las casitas tiene su propia pasarela para sacar su embarcación al lago.
Llegas aquí y te apetece pasear, correr, nadar y disfrutar de este espectacular entorno.
Y yo, menos nadar, he hecho un poco de todo.
Y, por supuesto, no faltan mis amigos los cisnes, siempre presentes en todos los pueblos del lago.
Besos y abrazos para todos.
¡Hasta pronto!
" Una mente negativa nunca te dará una vida positiva. "
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