Como ya sabéis, los perros somos un animal social y necesitamos jugar para crecer, madurar y aprender. Para nosotros el juego es un actividad esencial y nos ayuda a desarrollarnos emocional e intelectualmente.
Y jugar con nuestros congéneres, nos encanta.
Y hoy comparto con vosotros los momentos de juego con mi vecino Bob.
El juego nos ayuda a comprender mejor nuestro entorno, con él aprendemos a respetar y a seguir unas normas básicas de conducta.
Jugando también aprendemos a controlar nuestra fuerza e instintos.
Mirad como "mordisqueo" a mi amigo Bob y él ni se inmuta, ¡ qué bueno es Bob !
Pues ya sabéis, las mascotas necesitamos salir a jugar y conocer otros compañeros caninos.
El juego nos gusta practicarlo toda nuestra vida.
Aunque con la edad perdamos intensidad, un perro sano nunca deja de jugar. No lo olvidéis.
Y así de satisfecha y feliz, después de una intensa tarde de juegos, me despido hoy de vosotros.
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